Me han preguntado varias veces si pensaba ser mamá, si estaba en mis planes de vida, la respuesta siempre ha sido NO, nunca me había visualizado como una madre.
Ahora, después de ser mamá durante 15 años, debo decir que mis Guías espirituales supieron bien a quién enviarme para cumplir este papel.
Ser madre, y más aún madre soltera, implica un entrenamiento, y una maestría, esa que solo la vida te sabe poner para cumplir sí o sí en cada materia. Debo reconocer que SI es un gran regalo ser madre, y puedo dar fe que la maternidad es algo que se adquiere por el camino, nadie nace para ser madre, naaadieeeee aunque algunas sienta la vocación, nadie puede juzgar tu camino.
Entonces, aprender a ser madres es como cuando llega el maestro a tu vida, te dice, ya estás lista, y si…. Uno cree que nunca está lista para enfrentar algo, pero a mí la maternidad me enseñó que siempre estamos listas, solo es cuestión de permitirse ser guiadas por esta nueva alma que llegan a la tierra, para enseñarnos que nada es como “creemos”.
Bueno, sin alargarme más en esta parte, creo que el “día” de las madres aparte de ser una fecha comercial, creo que todos los días son de las madres y de los hijos, es decir, me refiero a que así como honramos a nuestra madre biológica, de la misma forma honramos la madre que cada día nos alimenta, la madre naturaleza. Esta ha sido la mejor enseñanza de ser madre, ser consciente de que mi madre dio lo mejor que pudo para que yo esté aquí cumpliendo esta misma labor, de forma muy distinta, pero con tanto amor infinito, igual al del Gran Amor de la Madre Tierra con todos nosotros.
En las enseñanzas ancestrales nos dicen que el arquetipo de la Gran Madre es aquella que representa la abundancia, entonces hoy será un buen momento para honrarla si es que tenemos una sana relación con ella. Todos hemos tenido una dificultad con nuestra madre, entonces así mismo tenemos dificultades con la forma en que nos relacionamos con la abundancia. ¿Estamos dispuestos a recibir y entregar con gratitud? O estamos con las manos llenas de conflictos, apegos y vanidades.
Ciertamente, solo pretendo con esta reflexión darme cuenta de que mi madre es perfecta, que mi abuela es perfecta y que la Gran Madre Tierra en su infinita sabiduría es perfecta. Solo yo estoy aquí para trascender la herencia y desde mi propio ser filtrar el dolor, liberar las cargas de las tareas que no me corresponden y honrar su abundante generosidad, ser mamá entonces implica un trabajo espiritual más allá de la labor día a día, con esa consciencia me levanto para entregar lo mejor de mí, y no someter a mis descendientes a llevar consigo una herencia de tristezas y olvidos.
Cada cual aprende a ser madre de la forma en que considera que para sí debe ser esta Gran Labor, como una tarea espiritual.
Feliz día del Ser Maternal ❤️💐
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