EL ARTE ES MEDICINA

Las tradiciones ancestrales de todos los rincones del mundo han desarrollado formas únicas de expresión artística, creando un lenguaje que conecta al Gran Espíritu con su creación. A través de este lenguaje, las tradiciones narran sus historias, describen lugares, relatan hechos importantes y otorgan significado a la vida. 

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Conectar con estas tradiciones es regresar al origen del lenguaje simbólico de la existencia. Tejer sus imágenes, colores, formas y significados es como reconstruir una historia que es universal en su esencia. A lo largo del tiempo, hemos sido divididos, separados y clasificados en razas, credos, naciones y más, pero volver al origen es reconocer que somos UNO en la creación, como un Gran Mandala. Somos un círculo que camina en espiral a través del tiempo; en nuestra diversidad, encontramos la posibilidad de armonizarnos con el Todo, entendiendo que lo importante no es la diferencia, sino la igualdad.

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Conectar con el arte ancestral, independientemente de su origen, es regresar a las raíces de la humanidad, es volver a lo natural, al camino en espiral. Es en este proceso que el arte se convierte en medicina. Estoy convencida de que cada persona, al recorrer este camino, puede recordar su origen y reactivar su propósito universal, gracias al arte como medicina.